Oporto es una ciudad bastante comercial, aunque es verdad que la mayor parte de las cosas que se pueden comprar allí, también pueden comprarse en España y con precios bastante similares, como los casos de la ropa o los alimentos perecederos. Sin embargo, hay un souvenir que sí es totalmente típico de la ciudad: el vino de Oporto. Además, siempre hay posibilidades de comprar artesanía –sobre todo a base de cerámica- procedente de los talleres del Norte.
Dónde comprar
La vida comercial en Oporto está centrada, sobre todo, en la Rua de Santa Catarina, que está situada a un par de cientos de metros al oeste de la Avenida de los Aliados. En ella se concentran las principales cadenas de ropa y varias galerías comerciales de la ciudad –entre ellas la popular Vía Catarina-, además de algún negocio tradicional que resiste al paso de los tiempos. La mayor parte de su recorrido es peatonal y, en horario comercial, suele estar bastante frecuentada por compradores o visitantes.
Fuera del centro de la ciudad, se van imponiendo los grandes centros comerciales, al igual que en otras partes del país. Incluso, en Vila Nova de Gaia –la localidad situada en la orilla sur del Duero-, el Corte Inglés se ha consolidado como una de las principales alternativas comerciales de la zona.
Volviendo al centro, el mercado de Bolhao es una visita obligada para todos los turistas que llegan a Oporto. No lo es tanto por su interés comercial, sino principalmente por el carácter histórico del edificio que lo alberga y lo típico de los puestos que en él se incluyen. La estructura es la de un mercado tradicional de barrio español, pero en un edificio notablemente más grande, realizado en piedra y hierro forjado y con un patio al aire libre. Allí se pueden encontrar, principalmente, alimentos: frutas, hortalizas, carne; pero, como en cualquier otro mercado de barrio, también hay puestos dedicados a otras actividades. Puede parecer un poco anclado en el tiempo, pero su estética está acorde con la imagen que se tiene del resto de la ciudad.
Qué comprar
Como ya comentábamos anteriormente, el principal recuerdo o regalo que se puede llevar de Oporto es el vino con el nombre de la ciudad. Si se visita una de las bodegas, todas ofrecen al final de la visita la posibilidad de pasar por la tienda y comprar alguna de las variedades que, probablemente, se hayan degustado antes. En algunos casos, es posible incluso comprar variedades que no se venden con frecuencia en tiendas no especializadas o algún tipo de embalaje especial que haga recordar el lugar especial en el que se compraron. Evidentemente, sale algo más caro que en las tiendas. Por cierto, para quien prefiera no comprarlo en las bodegas, las variedades más sencillas de vino de Oporto se pueden comprar en cualquier supermercado.
La artesanía es muy típica de todo el norte de Portugal y se puede conseguir fácilmente en la zona. El colorido Gallo de Barcelos, en diferentes formas y tamaños, puede ser adquirido en cualquier tienda de recuerdos de la ciudad y también en muchos mercadillos de la región, donde comparte puesto con muchos otros artículos de cerámica para la casa.
Mercadillos
Durante muchos años, los mercadillos del norte de Portugal –especialmente en los pueblos más cercanos a España-, fueron destino de muchísimos viajes de compras en los que se volvía cargado de ropa, manteles y toallas a buenos precios. Hoy, en la mayor parte de los casos, el viaje no resulta económicamente rentable y se ve en bastantes puestos como la buena producción local ha sido sustituida por productos importados de Asia. Sin embargo, el visitar alguno de estos mercadillos siempre es una excursión divertida. Se celebran, normalmente, con periodicidad semanal. Hay mucho movimiento en las calles y siempre se puede comprar algo de ropa, algún pequeño recuerdo de artesanía o llevarse a casa alguna especialidad de la zona.
Por lo general, los mercadillos son más grandes e importantes cuanto más al norte están- siendo los fronterizos de Valença do Minho,los miércoles, y Monçao, los jueves,- algunos de los más populares del Norte de Portugal. Sin embargo, algo más al sur, también destaca el mercadillo de Barcelos, todos los jueves.
A medida que se viaja al sur, la oferta comercial y el mayor poder adquisitivo de Oporto hacen que estos mercadillos sean cada vez menos importantes, aunque en la mayor parte de las localidades sigue existiendo una tradición de pequeños mercadillos y ferias. De las más cercanas, destacan los mercadillos de los sábados en la vecina localidad de Matosinhos. Por la mañana, en el barrio de Senhora da Hora y, por la tarde, en el de Custoias.